Secuencia: Kama Marmas
Esta secuencia propone un recorrido por al menos 26 zonas erógenas. Para eso les propondrémos una amplia gama de estímulos que podrían desplegar sobre cada uno de ellos. Ya sea con los dedos, los labios, soplidos, exhalaciones, chupones específicos, succiones, inhalaciones, estímulos con los dientes, con las uñas, a veces solo con un roce de alguna parte del cuerpo del otro. Para llegar a la exploración del centro sexual con una sutileza corrida del objetivo genital específico.
Erógeno se refiere a una zona o parte del cuerpo capaz de despertar sensaciones placenteras y excitantes.
Durante la exploración de las Meditaciones Eróticas, podrán descubrir que no hay parte del cuerpo que no sea potencialmente erógena. Solo hay que encontrar el camino para despertarla y darle el tiempo suficiente para que se abra al placer.
En todo ese recorrido se encontrarán con:
Diversas formas de estimular pequeñas zonas del cuerpo y sostenerlo unos minutos.
Ir integrando y sumando las nuevas porciones o lugares, sin desestimar las anteriores, aunque continuando con el protagonismo del que estamos explorando desde la guía.
Estimular lugares que desconocemos que pueden ser erógenos.
Confrontarnos con nuevas formas de estimular distintos lugares del cuerpo que nos puedan generar rechazo o no sean nuestras preferidas.
Recibir un contacto en zonas que se mencionan como erógenas y a determinadas individualidades les produce otras sensaciones menos placenteras.
Investigar en las primeras sensaciones que no se reconozcan como placenteras para encontrar detrás de ellas, qué información se esconde. Me refiero a las cosquillas como comodín principal, pero también al asco o a la insensibilidad.
Encontrarnos con reacciones desconocidas de mi compañera ante la sumatoria de estímulos.
A poder permanecer dando o recibiendo, durante un tiempo largos estímulos y respetar ese lugar de exploración.
Esta meditación es versátil, amplia y reconocible para las personas. Es muy útil cuando necesitamos que la dupla de participantes se encuentre durante la experiencia con un equilibrio entre el lenguaje exploratorio sexoafectivo habitual ligado a su cotidianeidad y la posibilidad de explorar variantes audaces en la forma de activar sus zonas erógenas con estímulos diferenciales.
Por la variedad de posibilidades y recorridos que pueden abrirse, está en constante adaptación y exploración, porque van surgiendo creativamente nuevas formas de estímulo, nuevas direcciones o secuencias o caminos para arribar al objetivo.